miércoles, diciembre 03, 2008

Castilla


CASTILLA


- A mis amigos de tan español reino.


Donde el más preciado conde,
Se junta con el curtido labriego,
Donde nadie es más que nadie,
Castellano es el sello,


Castilla del Cid y el Cura Merino,
Carmesí el antiguo pendón,
Castilla de Cuenca, Logroño y Santander,
Castilla del leal vascón,


Castilla de San Juan de la Cruz,
Castilla de Santa Teresa,
Castilla de fueros claros,
Castilla de villa y tierra,


Castilla de almas puras,
Siendo serias y generosas,
Apegadas a la orografía,
Ostentando bravura laboriosa,


Castilla de frío y reciedumbre,
De la poesía de la estepa,
Con la fuerza del Escorial,
Impregnada historia que impera,


La muralla de Ávila,
El alcázar de Segovia,
Fernán González cabalgó,
Hallando hispana gloria,


Castilla yo te escribo,
Porque soy andaluz,
Y como querida hermana te veo,
En la española cruz,


Castilla, te han mutilado,
Y contra ti siguen mintiendo,
Pero pronto tu nervio celtíbero,
Asombrará feroz, rugiendo.

Publicada en "La Santa Alianza"

viernes, noviembre 21, 2008

EL ALZAMIENTO CARLISTA DE 1833 EN LA RIOJA. PRIMERAS REPERCUSIONES ...

Por José Luis Ollero de la Torre.

Documento pdf en este enlace:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=555497&orden=0

sábado, septiembre 20, 2008

Madrid 27/28 de Septiembre.Congreso "Una revisión de la tradición política hispánica: A los 175 años del Carlismo

Más información en la bitácora del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II Pulsar aquí

jueves, septiembre 04, 2008

'Piedra de Rayo' rescata la peripecia vital del 'último carlista riojano'




Rayos en Autol.La historia, casi la intrahistoria, vuelve a asomar a las páginas de la revista de cultura popular 'Piedra de Rayo', que aprovecha su número 25, el correspondiente a verano del 2007, para rescatar del olvido algunas de las biografías más singulares de nuestro paisanos. En esta ocasión, la portada está dedicada a José María Montoya García, gobernador del castillo de Lapoblación, quien días después de que Carlos VII abandonara España, todavía continuó dos jornadas defendiendo su posición junto a 83 soldados que estaban a sus órdenes.

Tras este reportaje escrito por Íñigo J. Ezquibela, la revista se adentra en otra no menos interesante biografía gracias al trabajo de investigación de José Toledo Sobrón, quien ha profundizado en la vida y obra de su ascendiente, el alcalde de la primera república Vicente Toledo y Mateo, un político que tan sólo estuvo en el cargo durante unos meses en ese convulso periodo, caracterizado por la inestabilidad política. Según el autor del reportaje, durante la república se sucedieron al frente del consistorio logroñés hasta cinco alcaldes, entre ellos el citado Vicente Toledo y Mateo.

La revista también se desplaza en el tiempo, hasta el año 1769, donde en Santo Domingo oficiaba un hombre de biografía también singular: un médico que curaba con una máquina eléctrica, en lo que constituye en un testimonio de gran importancia para el conocimiento de la experimentación científica y médica en el ámbito rural riojano durante la época de la Ilustración. El reportaje está escrito por F. Javier Díez Morrás.

martes, agosto 05, 2008

jueves, junio 05, 2008

lunes, mayo 26, 2008

miércoles, mayo 07, 2008

Manifiesto Carlista de Guadalajara ( 20 de febrero de 1873)

A los habitantes de la Comandancia General de Guadalajara.

Arrancadas y destruidas por los secuaces del supersticioso e impío liberalismo todas las libertades que nos daban nuestros venerandos fueros; pisoteadas y escarnecidas nuestras gloriosas tradiciones, y despojada nuestra patria de las ricas posiciones que el genio de Colón les mostrara, y cien gigantes caudillos conquistaron con sus gloriosas espadas allende los mares; reducida España a la impotencia, siendo objeto de la burla de otros pueblos que siempre bajaron la frente ante su glorioso pabellón; entregada esta orgullosa matrona, atada de pies y de manos a sus enemigos de siempre por una gavilla de cínicos e infames especuladores que, mercaderes impúdicos, han puesto sus hijos y sus riquezas en poder del mejor postor para conseguir una cantidad suficiente a satisfacer los apetitos de su loco orgullo, y siendo tan terribles los males que nos amenazan, hora es ya de que todos los que sientan latir en su pecho un corazón honrado y se crean capaces del rubor de la vergüenza abandonen sus casas, y armados como les sea posible acudan al punto de la cita para que, unidos todos, podamos dejar libre de tiranos y exento de leyes y costumbres extranjeras a esta patria querida, tan explotada y envilecida por esos traficantes sin conciencia y sin honra.

Su empresa no tiene las dificultades que esos enemigos de España pregonan en su ciega ignorancia y negro rencor a la patria. ¿No somos hijos de aquellos que a principios del siglo dejaron sus hogares para salvar su independencia, de aquellos que se armaron de estevas y garrotes contra trescientos mil soldados franceses, a los que humillaron y vencieron? Y si nuestros padres todo lo abandonaron por «su Dios, por su patria y por su rey, cuando sintieron el llamamiento patriótico del alcalde de Móstoles, ¿seríamos nosotros dignos de llamarnos sus hijos si no acudiéramos presurosos a nuestro puesto, llenos nuestros corazones de la fe santa con que pelearon nuestros antepasados, desde Iñigo, Arista, Sancho, Ramírez, hasta los que defendieron por siete años consecutivos la gloriosa bandera de la religión y de la legitimidad, hoy que nuestro legítimo y egregio monarca nos llama y España nos grita: “Salid de vuestros hogares y limpiad mi suelo de esa turba de traidores que os aniquilan y entristecen, a la vez que os roban el pan de vuestros hijos”? ¡No!

Impúdicos tiranuelos de lugar, polizontes vendidos a esta quisicosa que llaman monarquía constitucional o democrática, o republicana... de pega, señores salidos de la ley de desamortización, antes que, como los sapos, se hinchan en la inmunda laguna de la expropiación de los bienes de los pueblos y de la Iglesia, os aconsejan que no cumpláis con vuestro deber, pero si reparáis en sus títulos y antecedentes; si miráis de dónde salieron y a dónde van; si examináis sus “honrados tráficos”, tendréis bastante para persuadiros que esos “hallados” y decentes señores son el primer eslabón de la cadena de nuestra ignominia, la primera página del libro de nuestra vergüenza.

Miradlos protegiendo a los truhanes que fían el pan de sus hijos a un “entrés” o un “elijan”, o quizás a la confianza del banquero de “monte”; miradlos cómo los apadrinan para que atropellen a los hombres honrados, trabuco en mano, y al consabido grito de viva la libertad y la república.

Esos son los mismos que os prestan el dinero al treinta por ciento, abusando de vuestra necesidad; esos son los mismos que en las elecciones han hecho miles de infamias fusil en ristre; esos son los mismos que, poniéndose siempre a disposición de conservadores y radicales, de moderados o unionistas, os insultaron siempre, os lamieron los pies para que les ayudarais a servir a sus amos, lo cual os valió el quedaros sin montes, sin dehesas, sin hornos y hasta sin fraguas. Hiciéronse ricos comprando con cuatro cuartos y mil picardías todos los predios que constituían vuestra riqueza común, y lo hicieron gritando unas veces orden y otras anarquía, y así crecieron y medraron... que así crecen y medran los que reniegan de su Dios, pisotean su conciencia y escupen al rostro de su patria.

¡Viva la libertad!, gritan los verdaderos hijos de España. ¡Abajo la república, última manifestación del extranjero yugo! ¡Fuera, fuera esos miserables caciques que en la ciudad o en la villa, en el pueblo o en la aldea, visten el hipócrita antifaz de buenos, cuando son perversos servidores de los enemigos de España!

El día de la liquidación está cerca, y esos truhanes tiemblan que se acerque el momento, porque se quitará el polvo de sus innumerables infamias y expiarán su delito.

Ese día será España para los españoles honrados, sus presidios para los criminales, y habrá decencia, honra, libertad, justicia y progreso; pero será moneda de ley, no salida del cuño donde hasta el lenguaje se ha falsificado.

Sólo los malos tiemblan ante el triunfo del partido español. ¿Sabéis por qué? Ellos saben que sólo el partido carlista es el llamado para hacer justicia, el único que puede hacerla, el único que la hará...
Si el partido carlista no tuviera pruebas de lo que es, bastárale para ser querido de los hombres de bien el solo hecho de ser odiado de los tunantes.

El triunfo es seguro: el más enemigo nuestro lo prevé por lo menos, y si no lo confiesa es porque le aterra y le aterra porque sabe perfectamente que tanta inmundicia y tanto cieno serán barridos radicalmente en su día.

¡A las armas, pues, valientes hijos de esta noble patria! Salgamos de este sopor que nos deshonra, corramos a arrancar los fusiles a esos serviles esclavos defensores de la deshonra de la patria, y con ellos recobraremos nuestra independencia, nuestros fueros y libertades, la libertad de nuestra sacrosanta religi6n y el engrandecimiento y prosperidad de nuestra riqueza.

¡Basta de palabras! ¡A los hechos!

¡Viva la libertad cristiana, la única verdadera! ¡Viva la religión católica, apostólica, romana! ¡Viva Carlos VII! ¡Vivan los fueros de Aragón y las franquicias de Castilla! ¡Abajo todo sistema extranjero!

Campo del honor, 20 de febrero de 1873.

El segundo comandante general teniente coronel, Andrés Madrazo.

jueves, abril 10, 2008

2 de Mayo



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lunes, marzo 31, 2008

Tendilla y los Carlistas

Apuntes Históricos y Biográficos compilados por José L. G. de Paz..


Tendillaperteneció a los Mendoza o sus descendientes hasta la Constitución de Cádiz. Vengan algunos datos más sobre los Mendozas y de su relación con la Villa de Tendilla, así como sobre la Historia de esta Villa y sus vecinos.

A la muerte de Fernando VII en 1833 tuvimos una de nuestras Guerras Civiles entre los partidarios de su hija Isabel II ("liberales", "isabelinos" o "cristinos") y los de su hermano Carlos ("carlistas" o "absolutistas"). Fueron siete años de guerra llamada "La Primera Guerra Carlista". Durante ella expediciones carlistas importantes pasaron dos veces por Tendilla requisando lo que pudieron.

GUERRA CARLISTA

El general carlista Miguel Gómez realizó una incursión por la retaguardia isabelina (en la que contó con el apoyo de Ramón Cabrera) en julio de 1836 desde las bases carlistas en el norte hacia Oviedo, Santiago, León, Palencia, pasa a Jadraque (junto a Matillas derrota el 30 de agosto al general Narciso López que mandaba a un ejército isabelino perseguidor), es guiado a Brihuega por la partida alcarreña carlista de los Cazaporras, se escapa a Utiel y llega hasta Córdoba, Cáceres y Algeciras.

A su regreso pasó por Buendía, y por Sacedón siguiendo la antigua N-320 marchó rápidamente el 9 de diciembre de 1836 por Tendilla para pernoctar en Horche. El general Isidro Alaix les perseguía de cerca y Gómez el 10 pasó a media legua de Guadalajara entablando una escaramuza con la guarnición, siguió por Torija, Hita y Cogolludo hacia Burgos y el Pais Vasco a dónde llegó a finales de Diciembre de 1836. Su principal efecto sobre Tendilla y otras villas fue el decomiso de alimentos y animales de transporte (mulas principalmente) amén de algunos partidarios que le siguieron. En la ciudad de Guadalajara se convirtió la iglesia de San Francisco (con el panteón de los Infantado) en un cuartel-fuerte para albergar a la guarnición isabelina.

Al año siguiente la "Expedición Real" en la que iba el pretendiente D. Carlos llegó ante Madrid el 12 de septiembre. Espartero, que venía con sus tropas de Cuenca hacia Madrid para impedirlo, había dormido en Tendilla la noche del 11 y llegaba el 12 al anochecer a Alcalá de Henares. D. Carlos se retiró desde Madrid (hecho no explicado aún pues parecía tener Madrid a mano) llegando a Mondéjar el 13 de septiembre de 1837 dónde, amén del buen recibimiento, se alistaron unos mil voluntarios. Espartero entraba ese día en Madrid y el general carlista Ramón Cabrera pernoctaba en Pastrana. Cabrera llegaría a entrar en la propia Guadalajara el 17 de madrugada, aunque la abandonaría a las pocas horas.

VIENEN LOS CARLISTAS

La batalla, que sería decisiva, se dió el día 19 siendo derrotados por Espartero los carlistas mandados por González Moreno en Aranzueque lo que provocó la retirada de D. Carlos que tras descansar en Hontoba (parte de sus tropas fueron a Hueva, parte se extraviaron y Cabrera se retiraría por Pastrana hacia Cuenca y Teruel) pasó al amanecer del 20 por Tendilla con tan mal acierto que la zona estaba llena de enemigos: justo una hora después de pasar llegaban los perseguidores isabelinos dividiendo a las tropas carlistas, algunas de las cuales debieron retirarse hacia Valencia. Por la marcha forzada, el calor y el no comer alimento desde Hontoba, el camino se llenó de rezagados carlistas perdidos y hambrientos al tener que abandonar a veces las raciones requisadas con dificultad.

De Tendilla llegó D. Carlos a Brihuega el 20. Allí fue avisado por un corneta, caido prisionero en el crucero de Tendilla y luego escapado, de la llegada de los isabelinos saliendo el 21 hacia Cifuentes, el 24 en Atienza, el 26 pasaban el Duero en Gormaz y de ahi (tras otras vicisitudes y batallas) hacia el territorio carlista. Una marcha forzada!

En Tendilla me han hablado de recordaban se había hecho disparos contra los carlistas desde lo alto de la torre de la Iglesia, y que los carlistas "dejaron sin calzones a Juan Ropero". Por cierto que Espartero llegó antes que sus tropas a Fuentes de la Alcarria en la rápida persecución pudiendo haber caido allí prisionero el 21 de septiembre.

La segunda y tercera guerras carlistas apenas afectaron a Tendilla. En primavera de 1872 Madrazo hace una proclama en Guadalajara prometiendo "defender la bandera carlista y las franquicias de Castilla" con poco éxito. Una pequeña partida proviniente de Cuenca y mandada por Luna apareció en Tendilla el 6 de julio de 1873 y tras un combate el 7 en Valfermoso de Tajuña fue copada por la fuerza del capitán de la Guardia Civil Robles. El general carlista Angel Villalaín operó en Cuenca y Guadalajara llevandose de Siguenza 200 fusiles en enero de 1874.

Las tropas carlistas de Villalain (aunque nominalmente al mando de Alfonso de Borbón y Este, hermano del pretendiente Carlos VII) atacarán la cercana Cuenca el 13 de julio de 1874 y la tomaran y saquearan el 16. En el maltrato a la villa y sus habitantes destacó María Nieves de Braganza, esposa del enamorado Alfonso y mujer de fuerte caracter que acudía a animar a sus soldados al campo de batalla y de la que se cuenta que portaba armas al cinto.

Asimismo Villalaín efectuaría una correría por la vega del Tajuña en la que cojieron lo que pudieron a su paso y conquistaría Brihuega el 3 de agosto de 1874 por un breve periodo. Como se ve, es principalmente una guerra de partidas y correr¡as sin una ocupaci¢n permanente del territorio conquistado.

Bibliografía:

Jaime del Burgo, "Para la Historia de la Primera Guerra Carlista" (1981).
Alfonso Bullon de Mendoza, "La Primera Guerra Carlista" (1992).
Antonio Pirala, "Historia de la Guerra Civil y de los Partidos Liberal y Carlista" (reed. 1984) .
Roman Oyarzun, "Historia del Carlismo" (1965).
Principe de Lichnowsky, "Recuerdos de una guerra" (1942).
Melchor Ferrer, Domingo Tejera y Jose Acedo, "Historia del Tradicionalismo espanol" (1941).

sábado, enero 05, 2008