tag:blogger.com,1999:blog-149051832024-03-04T21:43:32.952-08:00.Unknownnoreply@blogger.comBlogger36125tag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-36585075665527064692009-10-07T08:53:00.000-07:002009-10-07T08:54:14.369-07:00Cantabria en la I Guerra Carlista, en el IV ciclo sobre la Hispanidad del AteneoLa segunda conferencia del IV Ciclo de la Hispanidad, que se celebra hoy martes 9 a las 20.00 horas en el Ateneo de Santander, abordará el retrato histórico de 'Cantabria en la I Guerra Carlista'. La ponencia, que correrá a cargo del historiador Rafael Palacio Ramos, se enmarca en la cuarta entrega de este Ciclo organizado por la Asociación para la Divulgación de la Hispanidad (www.disad.es).<br /> <br />El ciclo cuenta con el patrocinio del Ministerio de Defensa y del Ayuntamiento. <br /><br />Cantabria, por su proximidad al foco principal carlista vasco-navarro y por ser lugar ineludible de paso entre los territorios cantábricos y del norte de Castilla, tuvo un papel estratégico de primer orden. 2Esta importancia queda ejemplificada en la importante batalla de Ramales, que significó en la práctica la defección de Maroto de las filas absolutistas y el principio del fin de la contienda». En la ponencia de hoy se abordarán cuestiones como la famosa «acción de Vargas», de noviembre de 1833, la propia batalla de Ramales (mayo de 1839), los proyectos de defensa isabelinos de Santander y otros puntos, y las fortificaciones que aún perviven de esa época. «Y también la reordenación territorial y administrativa que se implantó en la por entonces provincia de Santander». Palacio es el director de la Casa de Cultura de Santoña, desde el cual realiza proyectos de catalogación y valorización del patrimonio de la villa. Es, además, miembro del Centro de Estudios Montañeses. Disad, asociación cultural de carácter apolítico, pone en marcha este ciclo como una de sus principales actividades en torno al 12 de octubre.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-47955257098582633072009-03-12T07:38:00.000-07:002009-03-12T07:39:09.551-07:00Prensa tradicionalista castellana.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSRgH8LjtOmF1GxJ0uuusSuxObKLqRfwraaEK10PWvK5d5URRSAW6axKCuaG3zQox8FXXYMKljMLHhR0Jm4SkVdSKPktwlBXOPqy43kfo1AQy6iYh0m7AiC3KAwJ2g8krf-YlB8A/s1600-h/fc.GIF"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 77px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSRgH8LjtOmF1GxJ0uuusSuxObKLqRfwraaEK10PWvK5d5URRSAW6axKCuaG3zQox8FXXYMKljMLHhR0Jm4SkVdSKPktwlBXOPqy43kfo1AQy6iYh0m7AiC3KAwJ2g8krf-YlB8A/s320/fc.GIF" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5312310804810411970" /></a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-38993673340087673022008-12-03T02:42:00.000-08:002008-12-03T02:48:24.742-08:00Castilla<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXy3kGUcd0xHyLWxTxO4IK221w73_yMgoKM_NiIJvtCTN7btgP50Ao8QaZgAfCc7HQ0R2qvKVlF50tY-NpYRNM8jY0NyMZMykRY8jrtWyIb-J7mOXwDZsPSeHitdSh1-D6_IyMHg/s1600-h/esccas.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 95px; height: 104px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhXy3kGUcd0xHyLWxTxO4IK221w73_yMgoKM_NiIJvtCTN7btgP50Ao8QaZgAfCc7HQ0R2qvKVlF50tY-NpYRNM8jY0NyMZMykRY8jrtWyIb-J7mOXwDZsPSeHitdSh1-D6_IyMHg/s320/esccas.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5275513883799399170" /></a><br />CASTILLA <br /><br /><br />- A mis amigos de tan español reino. <br /><br /><br />Donde el más preciado conde,<br />Se junta con el curtido labriego,<br />Donde nadie es más que nadie,<br />Castellano es el sello,<br /><br /><br />Castilla del Cid y el Cura Merino,<br />Carmesí el antiguo pendón,<br />Castilla de Cuenca, Logroño y Santander,<br />Castilla del leal vascón,<br /><br /><br />Castilla de San Juan de la Cruz,<br />Castilla de Santa Teresa,<br />Castilla de fueros claros,<br />Castilla de villa y tierra,<br /><br /><br />Castilla de almas puras,<br />Siendo serias y generosas,<br />Apegadas a la orografía,<br />Ostentando bravura laboriosa,<br /><br /><br />Castilla de frío y reciedumbre,<br />De la poesía de la estepa,<br />Con la fuerza del Escorial,<br />Impregnada historia que impera,<br /><br /><br />La muralla de Ávila,<br />El alcázar de Segovia,<br />Fernán González cabalgó,<br />Hallando hispana gloria,<br /><br /><br />Castilla yo te escribo,<br />Porque soy andaluz,<br />Y como querida hermana te veo,<br />En la española cruz,<br /><br /><br />Castilla, te han mutilado,<br />Y contra ti siguen mintiendo,<br />Pero pronto tu nervio celtíbero,<br />Asombrará feroz, rugiendo. <br /><br /><a href="http://lasantaalianza.blogspot.com/">Publicada en "La Santa Alianza"</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-82497689383454964862008-11-21T01:50:00.000-08:002008-11-21T01:51:33.515-08:00EL ALZAMIENTO CARLISTA DE 1833 EN LA RIOJA. PRIMERAS REPERCUSIONES ...Por José Luis Ollero de la Torre.<br /><br />Documento pdf en este enlace:<br /><br />http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=555497&orden=0Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-12481752108069424862008-09-20T03:18:00.000-07:002008-09-20T03:21:45.195-07:00Madrid 27/28 de Septiembre.Congreso "Una revisión de la tradición política hispánica: A los 175 años del CarlismoMás información en la bitácora del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II <a href="http://consejofelipesegundo.wordpress.com">Pulsar aquí</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-77611367952100640382008-09-04T02:35:00.000-07:002008-09-04T02:37:18.801-07:00'Piedra de Rayo' rescata la peripecia vital del 'último carlista riojano'<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEw7YAxDZn0UPKGgZ_MITAGtk4C4DEbav-5wHwc91Jk9DyuVvnKE43VQqCkqXIywf53SjW8v6-3QcTN6OjYWhyphenhyphen_toX4aAgko-s5yePTSxKqRQB8MY9gP6mY_OGBo4O2XO0jt9UEA/s1600-h/057D4GP2_1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEw7YAxDZn0UPKGgZ_MITAGtk4C4DEbav-5wHwc91Jk9DyuVvnKE43VQqCkqXIywf53SjW8v6-3QcTN6OjYWhyphenhyphen_toX4aAgko-s5yePTSxKqRQB8MY9gP6mY_OGBo4O2XO0jt9UEA/s320/057D4GP2_1.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5242097911899056146" /></a><br /><br /><br />Rayos en Autol.La historia, casi la intrahistoria, vuelve a asomar a las páginas de la revista de cultura popular 'Piedra de Rayo', que aprovecha su número 25, el correspondiente a verano del 2007, para rescatar del olvido algunas de las biografías más singulares de nuestro paisanos. En esta ocasión, la portada está dedicada a José María Montoya García, gobernador del castillo de Lapoblación, quien días después de que Carlos VII abandonara España, todavía continuó dos jornadas defendiendo su posición junto a 83 soldados que estaban a sus órdenes.<br /><br />Tras este reportaje escrito por Íñigo J. Ezquibela, la revista se adentra en otra no menos interesante biografía gracias al trabajo de investigación de José Toledo Sobrón, quien ha profundizado en la vida y obra de su ascendiente, el alcalde de la primera república Vicente Toledo y Mateo, un político que tan sólo estuvo en el cargo durante unos meses en ese convulso periodo, caracterizado por la inestabilidad política. Según el autor del reportaje, durante la república se sucedieron al frente del consistorio logroñés hasta cinco alcaldes, entre ellos el citado Vicente Toledo y Mateo. <br /><br />La revista también se desplaza en el tiempo, hasta el año 1769, donde en Santo Domingo oficiaba un hombre de biografía también singular: un médico que curaba con una máquina eléctrica, en lo que constituye en un testimonio de gran importancia para el conocimiento de la experimentación científica y médica en el ámbito rural riojano durante la época de la Ilustración. El reportaje está escrito por F. Javier Díez Morrás.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-66658160966926892042008-08-05T06:42:00.002-07:002008-08-05T06:43:16.529-07:00Nace UnaVoce Reino de Castilla<a href="http://unavocecastilla.blogspot.com/">Visitar web</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-67379696324708752372008-06-05T02:51:00.000-07:002008-06-05T02:53:23.996-07:00Calle Tercio de Numancia en Soria<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB9xp5J2y7A_pTAt99bO811HW9vdwvS7meAMkT4E9pL5NB9MzBz8DwuPpbsEPtnpgCvsBqVjwcLj7vjgHzeKkJe0PmH7rhZymCCjrGWYiSPy7bwElloOldpBKbLWcKbpJjG5wBKw/s1600-h/Calle.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB9xp5J2y7A_pTAt99bO811HW9vdwvS7meAMkT4E9pL5NB9MzBz8DwuPpbsEPtnpgCvsBqVjwcLj7vjgHzeKkJe0PmH7rhZymCCjrGWYiSPy7bwElloOldpBKbLWcKbpJjG5wBKw/s320/Calle.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5208333282377651106" /></a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-72607219334614033712008-05-29T05:54:00.001-07:002008-05-29T05:54:43.804-07:00Bitácora del Centro de Estudios General Zumalacárregui<a href="http://centrodeestudiosgeneralzumalacarregui.wordpress.com/"> Visitar la bitácora</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-19779022636190081372008-05-26T06:49:00.001-07:002008-05-26T06:53:31.099-07:00Boletin Carlista de Madrid<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwVDxriz_PzVNLRdS9eHLbPOCgQWPxZL-j2sAx2LSR4qLFF8-fgIB5wKnpKslGx4bxYavDSnZlc3WNu0rffBzuV8btBm5eMQenbGkjxvO0gKRfpRgzfKlq0CH-WSPOmn2uL2Pnrw/s1600-h/untitled.bmp"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwVDxriz_PzVNLRdS9eHLbPOCgQWPxZL-j2sAx2LSR4qLFF8-fgIB5wKnpKslGx4bxYavDSnZlc3WNu0rffBzuV8btBm5eMQenbGkjxvO0gKRfpRgzfKlq0CH-WSPOmn2uL2Pnrw/s320/untitled.bmp" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5204683477317051602" /></a><br /><a href="http://www.boletincarlista.es.tl">Ir al boletín</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-45767371960526566872008-05-07T01:49:00.000-07:002008-05-07T01:53:19.918-07:00Manifiesto Carlista de Guadalajara ( 20 de febrero de 1873)A los habitantes de la Comandancia General de Guadalajara.<br /><br />Arrancadas y destruidas por los secuaces del supersticioso e impío liberalismo todas las libertades que nos daban nuestros venerandos fueros; pisoteadas y escarnecidas nuestras gloriosas tradiciones, y despojada nuestra patria de las ricas posiciones que el genio de Colón les mostrara, y cien gigantes caudillos conquistaron con sus gloriosas espadas allende los mares; reducida España a la impotencia, siendo objeto de la burla de otros pueblos que siempre bajaron la frente ante su glorioso pabellón; entregada esta orgullosa matrona, atada de pies y de manos a sus enemigos de siempre por una gavilla de cínicos e infames especuladores que, mercaderes impúdicos, han puesto sus hijos y sus riquezas en poder del mejor postor para conseguir una cantidad suficiente a satisfacer los apetitos de su loco orgullo, y siendo tan terribles los males que nos amenazan, hora es ya de que todos los que sientan latir en su pecho un corazón honrado y se crean capaces del rubor de la vergüenza abandonen sus casas, y armados como les sea posible acudan al punto de la cita para que, unidos todos, podamos dejar libre de tiranos y exento de leyes y costumbres extranjeras a esta patria querida, tan explotada y envilecida por esos traficantes sin conciencia y sin honra.<br /><br />Su empresa no tiene las dificultades que esos enemigos de España pregonan en su ciega ignorancia y negro rencor a la patria. ¿No somos hijos de aquellos que a principios del siglo dejaron sus hogares para salvar su independencia, de aquellos que se armaron de estevas y garrotes contra trescientos mil soldados franceses, a los que humillaron y vencieron? Y si nuestros padres todo lo abandonaron por «su Dios, por su patria y por su rey, cuando sintieron el llamamiento patriótico del alcalde de Móstoles, ¿seríamos nosotros dignos de llamarnos sus hijos si no acudiéramos presurosos a nuestro puesto, llenos nuestros corazones de la fe santa con que pelearon nuestros antepasados, desde Iñigo, Arista, Sancho, Ramírez, hasta los que defendieron por siete años consecutivos la gloriosa bandera de la religión y de la legitimidad, hoy que nuestro legítimo y egregio monarca nos llama y España nos grita: “Salid de vuestros hogares y limpiad mi suelo de esa turba de traidores que os aniquilan y entristecen, a la vez que os roban el pan de vuestros hijos”? ¡No!<br /><br />Impúdicos tiranuelos de lugar, polizontes vendidos a esta quisicosa que llaman monarquía constitucional o democrática, o republicana... de pega, señores salidos de la ley de desamortización, antes que, como los sapos, se hinchan en la inmunda laguna de la expropiación de los bienes de los pueblos y de la Iglesia, os aconsejan que no cumpláis con vuestro deber, pero si reparáis en sus títulos y antecedentes; si miráis de dónde salieron y a dónde van; si examináis sus “honrados tráficos”, tendréis bastante para persuadiros que esos “hallados” y decentes señores son el primer eslabón de la cadena de nuestra ignominia, la primera página del libro de nuestra vergüenza.<br /><br />Miradlos protegiendo a los truhanes que fían el pan de sus hijos a un “entrés” o un “elijan”, o quizás a la confianza del banquero de “monte”; miradlos cómo los apadrinan para que atropellen a los hombres honrados, trabuco en mano, y al consabido grito de viva la libertad y la república.<br /><br />Esos son los mismos que os prestan el dinero al treinta por ciento, abusando de vuestra necesidad; esos son los mismos que en las elecciones han hecho miles de infamias fusil en ristre; esos son los mismos que, poniéndose siempre a disposición de conservadores y radicales, de moderados o unionistas, os insultaron siempre, os lamieron los pies para que les ayudarais a servir a sus amos, lo cual os valió el quedaros sin montes, sin dehesas, sin hornos y hasta sin fraguas. Hiciéronse ricos comprando con cuatro cuartos y mil picardías todos los predios que constituían vuestra riqueza común, y lo hicieron gritando unas veces orden y otras anarquía, y así crecieron y medraron... que así crecen y medran los que reniegan de su Dios, pisotean su conciencia y escupen al rostro de su patria.<br /><br />¡Viva la libertad!, gritan los verdaderos hijos de España. ¡Abajo la república, última manifestación del extranjero yugo! ¡Fuera, fuera esos miserables caciques que en la ciudad o en la villa, en el pueblo o en la aldea, visten el hipócrita antifaz de buenos, cuando son perversos servidores de los enemigos de España!<br /><br />El día de la liquidación está cerca, y esos truhanes tiemblan que se acerque el momento, porque se quitará el polvo de sus innumerables infamias y expiarán su delito.<br /><br />Ese día será España para los españoles honrados, sus presidios para los criminales, y habrá decencia, honra, libertad, justicia y progreso; pero será moneda de ley, no salida del cuño donde hasta el lenguaje se ha falsificado.<br /><br />Sólo los malos tiemblan ante el triunfo del partido español. ¿Sabéis por qué? Ellos saben que sólo el partido carlista es el llamado para hacer justicia, el único que puede hacerla, el único que la hará...<br />Si el partido carlista no tuviera pruebas de lo que es, bastárale para ser querido de los hombres de bien el solo hecho de ser odiado de los tunantes.<br /><br />El triunfo es seguro: el más enemigo nuestro lo prevé por lo menos, y si no lo confiesa es porque le aterra y le aterra porque sabe perfectamente que tanta inmundicia y tanto cieno serán barridos radicalmente en su día.<br /><br />¡A las armas, pues, valientes hijos de esta noble patria! Salgamos de este sopor que nos deshonra, corramos a arrancar los fusiles a esos serviles esclavos defensores de la deshonra de la patria, y con ellos recobraremos nuestra independencia, nuestros fueros y libertades, la libertad de nuestra sacrosanta religi6n y el engrandecimiento y prosperidad de nuestra riqueza.<br /><br />¡Basta de palabras! ¡A los hechos!<br /><br />¡Viva la libertad cristiana, la única verdadera! ¡Viva la religión católica, apostólica, romana! ¡Viva Carlos VII! ¡Vivan los fueros de Aragón y las franquicias de Castilla! ¡Abajo todo sistema extranjero!<br /><br />Campo del honor, 20 de febrero de 1873.<br /><br /> El segundo comandante general teniente coronel, Andrés Madrazo.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-54279631625648621042008-04-10T02:58:00.000-07:002008-04-10T03:00:22.791-07:002 de Mayo<a href="http://www.carlismo.es/2demayo/"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx6tcqR2Q4cxctyt6SoS7Glt73XUg_fRQs7oJqSRf7KJCA4-xqhk3ltLMkv7GBWMn4t_o4asxSPyYeWZOC6Ur7zIazbULxAeyvsNRT6M_b4OhbMYkzajVs91B3iX_GyulinWWVOg/s1600-h/2Mayo_peq.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx6tcqR2Q4cxctyt6SoS7Glt73XUg_fRQs7oJqSRf7KJCA4-xqhk3ltLMkv7GBWMn4t_o4asxSPyYeWZOC6Ur7zIazbULxAeyvsNRT6M_b4OhbMYkzajVs91B3iX_GyulinWWVOg/s320/2Mayo_peq.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5187553994123975442" /></a></a><br /><br />Pulsa en la imagen para ampliar la informaciónUnknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-49674468433920755222008-03-31T03:06:00.000-07:002008-03-31T03:07:28.509-07:00Tendilla y los CarlistasApuntes Históricos y Biográficos compilados por José L. G. de Paz.. <br /><br /><br />Tendillaperteneció a los Mendoza o sus descendientes hasta la Constitución de Cádiz. Vengan algunos datos más sobre los Mendozas y de su relación con la Villa de Tendilla, así como sobre la Historia de esta Villa y sus vecinos. <br /><br />A la muerte de Fernando VII en 1833 tuvimos una de nuestras Guerras Civiles entre los partidarios de su hija Isabel II ("liberales", "isabelinos" o "cristinos") y los de su hermano Carlos ("carlistas" o "absolutistas"). Fueron siete años de guerra llamada "La Primera Guerra Carlista". Durante ella expediciones carlistas importantes pasaron dos veces por Tendilla requisando lo que pudieron. <br /><br />GUERRA CARLISTA <br /><br />El general carlista Miguel Gómez realizó una incursión por la retaguardia isabelina (en la que contó con el apoyo de Ramón Cabrera) en julio de 1836 desde las bases carlistas en el norte hacia Oviedo, Santiago, León, Palencia, pasa a Jadraque (junto a Matillas derrota el 30 de agosto al general Narciso López que mandaba a un ejército isabelino perseguidor), es guiado a Brihuega por la partida alcarreña carlista de los Cazaporras, se escapa a Utiel y llega hasta Córdoba, Cáceres y Algeciras. <br /><br />A su regreso pasó por Buendía, y por Sacedón siguiendo la antigua N-320 marchó rápidamente el 9 de diciembre de 1836 por Tendilla para pernoctar en Horche. El general Isidro Alaix les perseguía de cerca y Gómez el 10 pasó a media legua de Guadalajara entablando una escaramuza con la guarnición, siguió por Torija, Hita y Cogolludo hacia Burgos y el Pais Vasco a dónde llegó a finales de Diciembre de 1836. Su principal efecto sobre Tendilla y otras villas fue el decomiso de alimentos y animales de transporte (mulas principalmente) amén de algunos partidarios que le siguieron. En la ciudad de Guadalajara se convirtió la iglesia de San Francisco (con el panteón de los Infantado) en un cuartel-fuerte para albergar a la guarnición isabelina. <br /><br />Al año siguiente la "Expedición Real" en la que iba el pretendiente D. Carlos llegó ante Madrid el 12 de septiembre. Espartero, que venía con sus tropas de Cuenca hacia Madrid para impedirlo, había dormido en Tendilla la noche del 11 y llegaba el 12 al anochecer a Alcalá de Henares. D. Carlos se retiró desde Madrid (hecho no explicado aún pues parecía tener Madrid a mano) llegando a Mondéjar el 13 de septiembre de 1837 dónde, amén del buen recibimiento, se alistaron unos mil voluntarios. Espartero entraba ese día en Madrid y el general carlista Ramón Cabrera pernoctaba en Pastrana. Cabrera llegaría a entrar en la propia Guadalajara el 17 de madrugada, aunque la abandonaría a las pocas horas. <br /><br />VIENEN LOS CARLISTAS <br /><br />La batalla, que sería decisiva, se dió el día 19 siendo derrotados por Espartero los carlistas mandados por González Moreno en Aranzueque lo que provocó la retirada de D. Carlos que tras descansar en Hontoba (parte de sus tropas fueron a Hueva, parte se extraviaron y Cabrera se retiraría por Pastrana hacia Cuenca y Teruel) pasó al amanecer del 20 por Tendilla con tan mal acierto que la zona estaba llena de enemigos: justo una hora después de pasar llegaban los perseguidores isabelinos dividiendo a las tropas carlistas, algunas de las cuales debieron retirarse hacia Valencia. Por la marcha forzada, el calor y el no comer alimento desde Hontoba, el camino se llenó de rezagados carlistas perdidos y hambrientos al tener que abandonar a veces las raciones requisadas con dificultad. <br /><br />De Tendilla llegó D. Carlos a Brihuega el 20. Allí fue avisado por un corneta, caido prisionero en el crucero de Tendilla y luego escapado, de la llegada de los isabelinos saliendo el 21 hacia Cifuentes, el 24 en Atienza, el 26 pasaban el Duero en Gormaz y de ahi (tras otras vicisitudes y batallas) hacia el territorio carlista. Una marcha forzada! <br /><br />En Tendilla me han hablado de recordaban se había hecho disparos contra los carlistas desde lo alto de la torre de la Iglesia, y que los carlistas "dejaron sin calzones a Juan Ropero". Por cierto que Espartero llegó antes que sus tropas a Fuentes de la Alcarria en la rápida persecución pudiendo haber caido allí prisionero el 21 de septiembre. <br /><br />La segunda y tercera guerras carlistas apenas afectaron a Tendilla. En primavera de 1872 Madrazo hace una proclama en Guadalajara prometiendo "defender la bandera carlista y las franquicias de Castilla" con poco éxito. Una pequeña partida proviniente de Cuenca y mandada por Luna apareció en Tendilla el 6 de julio de 1873 y tras un combate el 7 en Valfermoso de Tajuña fue copada por la fuerza del capitán de la Guardia Civil Robles. El general carlista Angel Villalaín operó en Cuenca y Guadalajara llevandose de Siguenza 200 fusiles en enero de 1874. <br /><br />Las tropas carlistas de Villalain (aunque nominalmente al mando de Alfonso de Borbón y Este, hermano del pretendiente Carlos VII) atacarán la cercana Cuenca el 13 de julio de 1874 y la tomaran y saquearan el 16. En el maltrato a la villa y sus habitantes destacó María Nieves de Braganza, esposa del enamorado Alfonso y mujer de fuerte caracter que acudía a animar a sus soldados al campo de batalla y de la que se cuenta que portaba armas al cinto. <br /><br />Asimismo Villalaín efectuaría una correría por la vega del Tajuña en la que cojieron lo que pudieron a su paso y conquistaría Brihuega el 3 de agosto de 1874 por un breve periodo. Como se ve, es principalmente una guerra de partidas y correr¡as sin una ocupaci¢n permanente del territorio conquistado. <br /><br />Bibliografía: <br /><br />Jaime del Burgo, "Para la Historia de la Primera Guerra Carlista" (1981). <br />Alfonso Bullon de Mendoza, "La Primera Guerra Carlista" (1992). <br />Antonio Pirala, "Historia de la Guerra Civil y de los Partidos Liberal y Carlista" (reed. 1984) . <br />Roman Oyarzun, "Historia del Carlismo" (1965). <br />Principe de Lichnowsky, "Recuerdos de una guerra" (1942). <br />Melchor Ferrer, Domingo Tejera y Jose Acedo, "Historia del Tradicionalismo espanol" (1941).Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-20775319401216359272008-01-05T08:13:00.000-08:002008-01-05T08:17:55.518-08:00San Millán, Patrón de Castilla<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMavRlSSXozrN9vCQw35mARpxK5t6fof_AEp_3dQtYyMQgEXGYCxQJJ0Ehr4ndXXkDUIiPwehw5AVJqNi9231p1QjDc9F8b5HsmGR7FTBm7mjOFlJ1qx5uHwYAsEySdyvMfbMBZg/s1600-h/sanmillan.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMavRlSSXozrN9vCQw35mARpxK5t6fof_AEp_3dQtYyMQgEXGYCxQJJ0Ehr4ndXXkDUIiPwehw5AVJqNi9231p1QjDc9F8b5HsmGR7FTBm7mjOFlJ1qx5uHwYAsEySdyvMfbMBZg/s320/sanmillan.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5152027344089439634" /></a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-17427889696122878772007-12-06T01:47:00.000-08:002007-12-06T01:55:27.128-08:00Bitácora del Círculo Carlista San Matero<a href="http://www.circulocarlista.blogspot.com/">Visitar Bitácora</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-22651886606974713482007-11-11T04:51:00.001-08:002007-11-11T04:51:58.268-08:00Los guerrilleros del Alto Tajo[Tomado de "Los 3 Tercios de Requetés Laureados de San Fernando en la guerra de España de 1936. Javier Nagore Yárnoz. Comunión Tradicionalista Carlista/Circulo Carlista San Mateo. Madrid 2006.]<br /><br />Acciones guerilleras, tan características siempre en el espiritu del español, se desarrollaron efectivamente en los frentes de Guadalajara y Teruel, en una línea de unos 120 kms. de longitud, en un terreno de montañas escarpadas y profundos barrancos y hoces, con pinares que llegan hasta Albarracín y los Montes Universales, por las rochas del Tajo. Los 80 pueblos situados en esa zona estaban en riesgo continuo de infiltraciones enemigas.<br /><br />La 1ª Guerrilla se organizó en Torete y comenzó a actuar en Noviembre de 1936 al amparo de la 1ª Compañia del Tercio de María de Molina-Marco de Bello, sita en Molina de Aragón, que destacaba alguna de sus secciones en las once Guerillas que llegaron a actuar como pequeñas unidades reclutadas entre personal no llamado a filas; gente de mediana edad y, algunos de más de mediana; todos sobrios, conocedores a la perfección de endiablado terreno; y de una lealtad a toda prueba, como escribió el entonces comandante militar de Sector D. Luis Ruiz Hernández, capitán de la 1ª Compañia del Maria de Molina (22).<br /><br />No cobraban ni un céntimo, al menos sus jefes, por patriotismo y espíritu carlista.Los guerrilleros tenían asignadas,como todo voluntario en la Cruzada, tres pesetas al día. Eran, en total, 360 a 400 hombres, mandados por cinco jefes, con grado de alférez honorífico de Infantería (cuatro de ellos); y con el de capitán, también honorífico, uno, D. Eugenio de la Peña, médico de Cobeta y jefe de esta Guerrilla, compuesta de 60 hombres. Aunque esto fue casi al final de la guerra, pues hasta entonces tenían solamente los grados del Requeté (23).<br /><br />Como hechos destacados de las Guerrillas pueden mencionarse:<br /><br />En noviembre del 36, con una Sección del María de Molina, atraviesan el Tajo y toman el Puente de San Pedro, aniquilando a su guarnición, haciéndola 7 muertos y 17 prisioneros.<br /><br />El 5 de enero de 1937, tras una marcha de 32 Kms. sobre la nieve, llegan al pueblo de Griegos, hacen prisioneros y se apoderan de 3000 cabezas de ganado lanar y 300 de vacuno.<br /><br />En Agosto del mismo año defienden el pueblo de Orea durante toda una noche de un enemigo compuesto de un escuadrón de caballería y cuatro compañias de Infantería, causándoles muchas bajas, a costa de 2 muertos y 7 heridos de los 23 hombres que componían la Guerrilla. El jefe de estos, D. Ataulfo López, recibió el título de alférez honorífico; y uno de sus hombres, Francisco Cascos, el de cabo; a éste, además, se le concedió la Medalla Militar Individual.<br /><br />Otras acciones destacadas fueron: la destrucción de guerrillas enemigas, entre ellas una compuesta por suecos de las Brigadas Internacionales (la coparon en el pinar de Cobeta, con muerte de todos sus componentes, en Agosto de 1938), y sus intervenciones junto al Tercio María de Molina en varias de sus secciones en la misma zona de Albarracín; operaciones relacionadas con el historial del Tercio.<br /><br />Las Guerrillas del Alto Tajo fueron citadas en varias ocasiones, tanto en el parte nacional como en el del Ejercito Rojo, y se les concedió el uso de la bandera nacional (24).<br /><br />(22). Fueron las de Cobeta ,Torete, Tierzo, Checa, Orea y Peralejos de las Truchas, en Guadalajara; y los de Orihuela del Tremedal, Pozondón, Griegos, Guadalaviar y Villar del Cobo, en Teruel (General Luis Ruiz Hernández, Las Guerrillas de Requtés del Alto Tajo, "El Pensamiento Navarro", de Pamplona).<br /><br />(23). Otros de estos jefes de las guerillas fueron: D. Ataulfo López, industrial maderero, alcalde de Olea, jefe de esta guerrilla, de unos 45 hombres; D. Daniel Delgado, labrador, alcalde y jefe de guerrilla de Orihuela del Tremedal, de 30 hombres, y D. Abdón Laguía, albañil, jefe de la guerilla deCheca, de 40 hombres.<br /><br />(24). Con ocasión del XXV Aniversario del Alzamiento se inaguró un monolito conmemorativo de las unidades guerrilleras. Se elevó frente al Santuario de Nuestra Señora de la Hoz, patrona del Señorio de Molina de Aragón, bajo cuya advocación se constituyó la Hermandad de ex-comnatientes de dicas unidades (Vid. RUIZ HERNÁNDEZ, L. ob. cit.).Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-79851016086385315262007-08-12T06:42:00.000-07:002007-08-12T06:45:26.155-07:00San Isidro Labrador, Patrono de MadridSan Isidro Labrador, Patrono de Madrid, es el título de un artículo aparecido en la revista Tradición Católica nº 211 y firmado por Julio Melones Espolio. Desde aquí recomendamos su lectura.<br />Puede solicitarse en la siguiente dirección:<br /><br />Casa San José<br />28607 El Alamo.<br />MadridUnknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-49788589926246801092007-04-22T02:34:00.000-07:002007-04-22T02:36:20.228-07:00Tercio Católico de Acción Política<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMFjZtS_cXNH8hBf99mD8jnPbZqhuwoi8ZEQa1j3is8zZn0SGnmo6yex-ltKQuu2Ui4qZBf9j11p4iZSBEJAmhG3i5iWgPW0CQjpzPCd0oLNSIHSH_h1gEpaAWjt-NKqen7gK9dg/s1600-h/PEGATINA_TERCIO_CATOLICO_1%2520copia.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMFjZtS_cXNH8hBf99mD8jnPbZqhuwoi8ZEQa1j3is8zZn0SGnmo6yex-ltKQuu2Ui4qZBf9j11p4iZSBEJAmhG3i5iWgPW0CQjpzPCd0oLNSIHSH_h1gEpaAWjt-NKqen7gK9dg/s320/PEGATINA_TERCIO_CATOLICO_1%2520copia.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5056183720443703762" /></a><br /><p><br /><a href="http://www.terciocatolico.com">Página del Tercio</a>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-81063088178301243912007-04-10T07:00:00.000-07:002007-04-10T07:01:11.268-07:00Sima del Carlista (Ucero-Soria)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivTdeLLfptNMQDDCP9uwmVnPQ-lvetrdl8woHN3FAQiiLOhyphenhyphen7ckkhgkYg4h4OOgL9GPkDGssdF3PAlnTKVuWuLch5hM_ywY4Mcnowk2g6wlzQrPOt48HGlc5rwoxCII3EHJbF51A/s1600-h/sima_del_carlista_salagrande.jpeg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivTdeLLfptNMQDDCP9uwmVnPQ-lvetrdl8woHN3FAQiiLOhyphenhyphen7ckkhgkYg4h4OOgL9GPkDGssdF3PAlnTKVuWuLch5hM_ywY4Mcnowk2g6wlzQrPOt48HGlc5rwoxCII3EHJbF51A/s320/sima_del_carlista_salagrande.jpeg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5051799134838673842" /></a><br /><p><br />Según cuentan por el lugar, el nombre de la Sima del Carlista proviene porque sirvio de Refugio a Juan Martín, el Empecinado, que duante la Guerra Carlista del S. XIX tomó partido por el príncipe Carlos como verdadero heredero al trono de España. Lo malo es que la historia del Empecinado discrepa en parte de esta narración. El Empecinado no fue carlista, sino liberal, y no fue apresado allí, sino en el camino de Aranda de Duero. Así que lo mismo fue otro, pero cuando el río suena... Algún carlista sería detenido allí.Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-36142214074530354672007-02-25T03:16:00.000-08:002007-02-25T03:31:16.171-08:00Fervor JaimistaCuándo llegará ese día<br />en que nuestra España loca de alegría<br />ha de empuñar el cañon<br />para que gobierne Jaime de Borbón.<br />Es un rey de verdad,<br />es un rey más valiente que el Cid,<br />que va a venir pronto a ocupar<br />el palacio de Oriente en Madrid.<br /><br />Cantar con alegre aire de vals que oimos en nuestra niñez, allá sobre el año 1910, en Santo Domingo de la Calzada (Logroño), a raíz, seguramente, del fallecimiento de don Carlos María de los Dolores de Borbón y Austria-Este, llamado Carlos VII (17 de Julio de 1909), padre de don Jaime, lo que ocasionó por herencia la nueva denominación de Partido Jaimista.<br /><br />[Recogido en "La fama de Madrid" de Bonifacio Gil, Ediciones Giner, Madrid, 1984]Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-1170085372347277222007-01-29T07:38:00.000-08:002007-01-29T07:42:52.370-08:00Los carlistas en la AlcarriaA la muerte de Fernando VII el 29 de septiembre de 1833 reclamó su sucesión su<br />hermano Carlos (conocido por sus partidarios como Carlos V) quien no reconocía los<br />derechos de su sobrina Isabel II. Al tener Isabel tres años, la regencia estuvo en manos de su madre María Cristina de Nápoles. La guerra entre los partidarios de ambos<br />(carlistas contra isabelinos o cristinos) se conoce como Guerra de los Siete años,<br />Primera Guerra Carlista o, también, Primera Guerra Civil.<br /><br />Las potencias liberales europeas formarían la Cuádrupe Alianza (Portugal, España, Francia e Inglaterra) para apoyar a Isabel mientras las potencias absolutistas y el Papado apoyarían a Carlos. La guerra causaría unos trescientos mil muertos en la península, empobreciendola e impidiendo el comienzo de la industrialización española, amén de que la política pasaría a manos de los "espadones" militares en el futuro. Isabel conservaría la corona.<br /><br />En la Alcarria hubo partidarios del carlismo aunque la región quedaría en manos de los isabelinos que la dominaban desde Madrid: los núcleos "estables" carlistas del norte y el este quedaban lejos. Leyendo la historia de este periodo aparecen dos momentos en que la guerra llegó a la Alcarria y pasó por Tendilla. De hecho también pasó dos veces por otros pueblos (Brihuega, por ejemplo) como veremos.<br /><br />Para alterar la situación creada a la muerte de Zumalacárregui en 1835 se intento provocar elevantamiento de la región cantábrica y gallega enviando una pequeña expedición al mando del general carlista Miguel Gómez formada por unos 3000 hombres bien instruidos. Salieron en junio de 1836 hacia Oviedo y Santiago de Compostela pero tuvieron que retirarse (perseguidos por Espartero con unos 15000 hombres) hacia León y Palencia (20 de agosto), encuadrando a los voluntarios que se presentaban en el camino y penetrando en el territorio isabelino a pesar de las columnas enviadas en su busca. Gómez pasa a Riaza y de allí a Atienza y Jadraque dejando exaustos los lugares por dónde pasaba al aprovisionarse sobre el terreno.<br /><br />El 30 de agosto junto a Matillas, Gómez preparó una trampa y derrotó al general isabelino Narciso López, nacido en Venezuela, que mandaba un ejército perseguidor. Ello provocó la alarma en Guadalajara acudiendo allí las autoridades e incluso el Ministro de la Guerra Rodil con tropas. El general Isidro Alaix, substituto del enfermo Espartero, estaba a horas de marcha y Gómez es guiado a Brihuega por la partida alcarreña carlista de los Cazaporras, dónde pernocta. Pasa a Cifuentes y, tras clavar los cañones capturados, atraviesa el Tajo abandonando La Alcarria y escapándose hasta Utiel (7 de septiembre) dónde se les unen las tropas de Ramón Cabrera. Llegan (entre victorias y derrotas) por Albacete hasta Córdoba (30<br />de septiembre), Cáceres (31 de octubre) y Algeciras (22 de noviembre) obligando a los<br />isabelinos a refugiarse en Gibraltar. Cabrera volvió en octubre hacia el Maestrazgo.<br /><br />La prensa isabelina iba anunciando repetidamente la derrota y dispersión de las tropas de Gómez pero éstos reaparecían al poco. Gómez perdió la oportunidad de levantar Andalucía y Extremadura, pero mantuvo en jaque a las tropas liberales de Ribero, Alaix y Narváez (25000 hombres) con como mucho 6000 soldados. Como puede verse, las rápidas marchas y contramarchas ayudaron a la supervivencia de las tropas carlistas. En general Gómez trató humanitariamente a los prisioneros, liberándoles bajo juramento de no alzar las armas contra D. Carlos, a pesar de que los isabelinos fusilaban sin piedad a los rezagados carlistas.<br /><br />De regreso hacia el norte por Bailén (30 de noviembre) llegarán a Huete el 7 de diciembre, descansando un medio día para herrar los caballos y llegando el 8 a Buendía. Desde allí y siguiendo el camino que coincide con la actual N-320 van el 9 de diciembre de 1836 a Sacedón, atraviesan el Tajo y pasan a toda marcha por Tendilla para pernoctar en Horche. El general Isidro Alaix les perseguía a horas escasas por el mismo camino. Gómez pasó el 10 a media legua de Guadalajara en medio de una densa niebla entablando una escaramuza con tropas salidas de la guarnición, siguió por Torija, Hita y Cogolludo hacia Osma, Burgos y el Pais<br />Vasco llegando a Orduña el 20 de Diciembre de 1836 con casi 5000 hombres.<br /><br />Asombrosamente, Gómez fue depuesto, confinado y no volvió a combatir en la guerra carlista. Su principal efecto sobre Tendilla y otras villas alcarreñas fue el decomiso de alimentos y animales de transporte (mulas principalmente) amén de algunos partidarios que le siguieron. En la ciudad de Guadalajara se convirtió la iglesia de San Francisco (que guarda en su interior el panteón de los Duques de lInfantado) en un cuartel-fuerte, rodeado por una tapia con aspilleras, para albergar a la guarnición isabelina.<br /><br />Al año siguiente partió la "Expedición Real" (del 14 de mayo al 15 de octubre de 1837) en la que iba el propio pretendiente "Carlos V" con la flor y nata de su ejército. Pasando por Cataluña y Levante, y tras variadas vicisitudes, Carlos llegaba a Arganda el 12 de septiembre y Ramón Cabrera a Vallecas. Tras derrotar a la Guardia Real sus tropas llegan hasta a las tapias del Retiro madrileño mientras Espartero estaba aún lejos: marchando rápido desde Cuenca hacia Madrid, había pernoctado el día 11 en Tendilla, el 12 al anochecer entraría en Alcalá de<br />Henares y hasta el 13 por la tarde no lo haría en la capital. Los voluntarios realistas afluían a Arganda y pocos soldados defendían la capital. A las ocho de la tarde Carlos ordena retirarse a Cabrera que obedece enfurecido como un león ante la irresolución de Carlos y el influjo de los consejeros religiosos de éste. Las causas de la retirada no han sido explicadas: escasas cualidades de Carlos, temor a Espartero y sus 25000 hombres o pacto secreto con la regente María Cristina, para cederle el poder, inclumplido por ésta (lo más probable). Los soldados<br />carlistas de a pié no lo entenderían nunca y algunos lo achacarían a los muchos sacerdotes y cortesanos que acompañaban a D. Carlos.<br /><br />El 13 de septiembre por la mañana los carlistas mandados por González Moreno salen<br />aparentemente hacia Alcalá pero se desvían a Mondéjar dónde, amén del entusiasta<br />recibimiento (uno de los expedicionarios aludiría "al buen espíritu de La Alcarria"), se alistaron más de mil voluntarios que engrosaron los 14000 infantes y 1500 caballos carlistas. Las partidas de voluntarios venían mandadas por algunos ricos de los pueblos, curas u oficiales retirados. Cabrera acamparía en Pastrana el 13.<br /><br />El 16 salen los carlistas de Mondéjar hacia Chiloeches. Mientras, las tropas de Sanz y Cabrera siguen hasta la ciudad de Guadalajara que asalta y toma Cabrera la noche del 16 al 17 mientras la guarnición se refugia en el "fuerte" de San Francisco. Los vecinos serían despertados por las bandas militares carlistas que tocaban en la plaza del Ayuntamiento. Cabrera recibe órdenes de retirarse a las 7 de la mañana, otra vez sorprendentemente (temor a Esparterro de sus jefes?). El 18 la masa principal de tropas carlistas mandadas por Gómez Moreno pasa por El Pozo y Santorcaz rumbo a Alcalá y tras llegar al puente y a la vista de las tropas de Espartero, de nuevo contramarchan el 19 por Santorcaz y El Pozo con el consiguiente desánimo de los soldados. Poco bueno se puede decir de los generales carlistas, salvo de Cabrera. Espartero desde Alcalá aprovecha hábilmente la ocasión y su caballería<br />ataca en Anchuelo y deshace las tropas carlistas en su retirada en Aranzueque, dispersadas en medio de la polvareda. Carlos trata con valor de contener a sus tropas en el puente de Aranzueque, sin éxito.<br /><br />Los carlistas tuvieron muchas pérdidas y se retiraron la noche del 19 a Hontoba, pero la presencia enemiga les hizo ir a Hueva. Espartero vivaqueó en Aranzueque esa noche. De las tropas rezagadas y hambrientas en Hontoba se dispersaron bastantes voluntarios. Los carlistas mataron a la mayoria del ganado de este lugar para comer y requisaron paja y grano para calentarse y dar de comer a los caballos. Durmieron muchos en las eras de Santiago y salieron de allí en cuanto pudieron. "En la Virgen de los LLanos/ Carlos Quinto durmió/ virgen del pueblo de Hontoba,/por dónde pudo escapó!", se cantaba en Hontoba. Desde Hueva por Moratilla y Fuentelencina las tropas se retiraron atravesando Tendilla en marcha hacia Valfermoso. Los carlistas descenderían sobre Tendilla desde los montes al sur y saldrían de ella subiendo el empinado camino que por el Barranquillo llega hacia Romanones al norte, es<br />decir, perpendicularmente al seguido por Gómez un año antes. Carlistas e isabelinos<br />requisarían todo lo comestible que alcanzaran a ver.<br /><br />En la retirada, tras descansar en Hontoba pasó D. Carlos al amanecer del 20 por Tendilla con tan mal acierto que la zona estaba llena de enemigos: justo una hora después de pasar llegaban los perseguidores isabelinos dividiendo a las tropas carlistas. Ochocientos soldados hubieron de retirarse desde Hueva hacia Valencia. Por los dos días de marchas forzadas, la derrota, el fuerte calor y el no comer más alimento (muchos) que el requisado en Hontoba, el camino se llenó de rezagados carlistas. Muchos de los mozos presentados en La Alcarria quedarían prisioneros, algunos morirían y, la mayoría, tras semejante estreno, se desanimaron y volvieron a sus casas en medio de la confusión.<br /><br />De Tendilla llegó D. Carlos a Brihuega al final del día 20 de septiembre. Allí fue avisado por un corneta, caido prisionero en el crucero de Tendilla y luego escapado (el exceso de prisioneros y la prisa en la persecución hacian laxa la vigilancia), de la llegada de los isabelinos saliendo el 21 por la tarde hacia Cifuentes dónde llegaron a las cinco de la mañana del 22. Los que ocho días antes estuvieron a las puertas de Madrid estaban casi reducidos a la nulidad por el hambre, la lluvia y el barro que luego aparecieron y las rápidas marchas de la retirada,<br />perseguidos de cerca y sorprendidos de noche por los isabelinos, obligados a veces a<br />abandonar las raciones recogidas con dificultad. Quedarían algo más de cuatro mil soldados.<br /><br />Desde Aranzueque Espartero había seguido por Horche a Torija y Fuentes de la Alcarria dónde la niebla hace que llegue antes que sus tropas. Pero los carlistas no lo saben, se retiran y Espartero se salva.<br /><br />Pasaron los carlistas por Torrecuadrada, Alcolea del Pinar y duermen el 23 en Bujarrabal (ese día duerme Espartero en Alcolea) y el 24 en Atienza. Al abandonarla tienen tan mal acierto que vuelven a meterse entre enemigos como en Tendilla. El 26 pasaban el Duero en Gormaz y serán socorridos por Juan Antonio Zaratiegui (quien al mando de otra expedición menor había entrado en Segovia y llegado a Las Rozas el día 12 sin saber que D. Carlos estaba en Arganda!) aunque al poco sufren una nueva derrota en Retuerta el 6 de octubre que les obliga a volver a las bases carlistas en el Norte. Perdida la ocasión, Carlos perdería con ella la guerra. En adelante La Alcarria no volvería a ser teatro de operaciones.<br /><br />Ramón Cabrera, que se tras la batalla de Aranzueque se había separado de la Expedición Real en Moratilla, marchando por Pastrana y Tragacete (el 23 de septiebre) volvería al Maestrazgo salvando a sus tropas. La división navarra, perdida, se uniría primero a Cabrera pero luego retrocedería hacia Priego y Valdeolivas, y por Brihuega y Cogolludo seguiría las huellas de la<br />Expedición Real hacia el norte. Sólo quedarían algunas pequeñas partidas carlistas en La Alcarria.<br /><br />La segunda y tercera guerras carlistas no afectaron casi a Tendilla. En primavera de 1872 Madrazo hace una proclama en Guadalajara prometiendo "defender la bandera carlista y las franquicias de Castilla" con poco éxito. Tampoco lo tuvieron mejor los intentos de reclutar voluntarios en los partidos judiciales de Brihuega y Pastrana en 1872. Una pequeña partida carlista proviniente de Cuenca y mandada por Luna apareció en Tendilla el 6 de julio de 1873 y tras un combate el 7 en Valfermoso de Tajuña fue copada por la fuerza del capitán de la Guardia Civil Robles. Luna sería canjeado en febrero de 1874. Desde Aragón el carlista Santés<br />efectuaría una rápida correría por Guadalajara y Cuenca en septiembre-octubre de 1873.<br /><br />Más importancia tuvo el general carlista Angel Villalaín quien operó en Cuenca y Guadalajara. Entraría por sorpresa en 5 de enero de 1874 en Siguenza llevándose 200 fusiles. Las tropas de Villalain (aunque nominalmente al mando de Alfonso de Borbón y Este, hermano del pretendiente Carlos VII) atacaran la cercana Cuenca el 13 de julio de 1874 y la tomaran y saquearan el 16, destacándose María Nieves de Braganza, esposa del enamorado Alfonso y mujer de fuerte caracter que acudía a animar a sus soldados al campo de batalla y de la que se cuenta que portaba armas al cinto.<br /><br />De nuevo Villalaín efectuaría una correría por la vega del Tajuña en la que cojieron lo que pudieron a su paso y entrarían en Brihuega a medianoche del 3 de agosto de 1874, retirándose luego por Torija y Cifuentes hacia la provincia de Cuenca. Nuevamente volvería a Guadalajara entrando en Pastrana el 17 de septiembre. Villalaín murio en 1875. Como se ve, es principalmente una guerra de partidas y correrías sin una ocupación permanente del territorio conquistado.<br /><br />En Tendilla los muy viejos recuerdan que les contaron que se habían hecho disparos contra los carlistas desde lo alto de la torre de la Iglesia y que éstos "dejaron sin calzones a Juan Ropero", aludiendo a los bienes perdidos.<br /><br />Bibliografía:<br /><br />• Jaime del Burgo, "Para la Historia de la Primera Guerra Carlista" (1981).<br /><br />• Alfonso Bullon de Mendoza, "La Primera Guerra Carlista" (1992).<br /><br />• Antonio Pirala, "Historia de la Guerra Civil y delos Partidos Liberal y Carlista" (reed. 1984) .<br /><br />• Roman Oyarzun, "Historia del Carlismo" (1965).<br /><br />• Principe de Lichnowsky, "Recuerdos de una guerra"(1942).<br /><br />• Melchor Ferrer, Domingo Tejera y Jose Acedo, "Historia del Tradicionalismo espanol" (1941).<br /><br />Jose Luis Garcia de Paz<br /><br />Extraído el 23/02/00 de alcarria.comUnknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-1164302977818994902006-11-23T09:29:00.000-08:002006-11-23T09:29:37.833-08:00ORACION DEL CONDE FERNAN GONZALEZORACION DEL CONDE FERNAN GONZALEZ<br />POR EL PUEBLO CASTELLANO<p><br><br /><br />Valasme, dijo, Cristo, yo a ti me encomiendo,<br><br />en coyta es Castilla segund que yo entiendo.<br><p><br /><br />Señor, ya tiempo era, si fuese tu mesura,<br><br />que mudases la rueda que anda a la ventura;<br><br />asaz han castellanos pasada de rencura,<br><br />gentes nunca pasaron a tan mala ventura.<br><p><br /><br />Cuando entendió que era de Castilla señor,<br><br />alzo a Dios las manos, rogo al Criador:<br><br />Señor, tu me ayuda -que soy muy pecador-,<br><br />que yo saque a Castilla del antiguo dolor.<br><p><br /><br />Dame, Señor, esfuerzo, seso y buen sentido,<br><br />que yo tome venganza del pueblo descreído,<br><br />e cobren castellanos algo de lo perdido,<br><br />e te tengas de mi en algo por servido.<br><p><br /><br />E, Señor, luengo tiempo ha que viven mala vida,<br><br />son mucho apremiados de la gente descreida,<br><br />Señor, rey de reyes, aya la tu ayuda,<br><br />que yo torne a Castilla a la buena medida.<br><p><br /><br />Si por alguna culpa cayermos en tu saña,<br><br />non sea sobre nos esta pena tamaña,<br><br />ca yazemos cautivos de todos los de España,<br><br />los señores ser siervos tengolo por fazaña.<br><p><br /><br />Tú lo sabes, Señor, que vida enduramos,<br><br />non nos quieres oir maguer que te llamamos,<br><br />no sabemos con queja que consejo prendamos.<br><br />Señor, grandes e chicos tu merced esperamos.<br><p><br /><br />Señor, esta merced te querría pedir,<br><br />siendo tu vasallo, non me quieras fallir,<br><br />Señor, contigo pienso atento conquerir,<br><br />porque aya Castilla de premia a salir.<br><p><br /><br />(Poema de Fernán González. «Cuando iba el mozo las cosas entendiendo... » Estr. 178 ss.).Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-1162978103313568732006-11-08T01:27:00.000-08:002006-11-08T01:28:23.326-08:00Campaña de Pegatinas de la Comunión Tradicionalista<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/4633/1333/1600/Castilla.png"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4633/1333/320/Castilla.png" border="0" alt="" /></a><br />Campaña de Pegatinas de la Comunión Tradicionalista<br><p>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-1162542384633673682006-11-03T00:22:00.000-08:002006-11-03T00:26:24.693-08:00Carlismo y bandidaje: Episodios de violencia política y social en Campoo en el s. XIXCarlismo y bandidaje: Episodios de violencia política y social en Campoo en el s. XIX<br /><br />Encarnación-Niceas Martínez Ruiz<p><br /><br />(Cuadernos del Campoo, nº4, 1996)<p><br /><br /><br />LA REACCIÓN CARLISTA.<br> <br /><br />En el siguiente artículo queremos fijarnos en algunos fenómenos violentos derivados de factores diversos (avatares políticos y desequilibrios sociales) y su incidencia en la comarca campurriana entre 1821 y 1941.<br> <br /><br />A raíz del triunfo liberal (1820-23) se produjeron una serie de reacciones conservadoras, cuya manifestación más clara fueron las guerras civiles Carlistas. Vicente Fernández Benítez, que ha estudiado el tema en Cantabria, apunta varios aspectos y fases de estas respuestas contrarrevolucionarias. Se acuñó así en los escritos de la época el término "facciosos", usado por los liberales para designar a quienes se oponían a la legalidad vigente, por extensión "gente amotinada o rebelde que procede con violencia". Lo mencionamos aquí en este sentido, ajeno a la ambigüedad del uso y significado actuales. De mantener esa legalidad y el orden público se encargaron las Milicias Nacionales y los Voluntarios locales; los de Reinosa tuvieron entonces bastante trabajo que realizar.<br> <br /><br />Haciendo un breve recorrido por el contexto socio-político de la época se observa que mientras la burguesía se acomodó con pragmatismo al nuevo régimen, pronto aparecieron signos de oposición: una primera reacción involucionista fue liderada por un sector del clero. Luego se desarrolló el carlismo político, que sostuvo el infante Carlos María Isidro -hermano de Fernando VII- frente a los derechos de su sobrina, la futura Isabel II. Fernández Benítez afirma que el carlismo no tuvo en Cantabria "entidad suficiente como para promover por sí mismo la insurrección armada". No obstante "el movimiento reaccionario organizado, dirigido por algunos elementos privilegiados, daría cobertura necesaria para una insurrección popular rural, que sí tuvo fuerza y dinámica propia". Durante la primera guerra carlista (1832-1839) los ataques se organizaron y generaron en las provincias limítrofes, Vizcaya y norte de Castilla -Burgos, Palencia-, desde donde penetraron en Cantabria, haciendo de Campoo un escenario conflictivo, tierra de paso donde se produjeron abundantes escaramuzas. En otras palabras, la fachada carlista sirvió de cobijo a una serie de "marginados móviles" absorbidos por la coyuntura militar, que derivaron más adelante hacia la simple delincuencia, el bandolerismo. (1)<br><br /><br /> <br /><br />OPOSICIÓN ACTIVA AL RÉGIMEN: ALGUNOS SUCESOS CARLISTAS.<br> <br /><br />Al comienzos de los años 20 las incursiones protagonizadas por los "facciosos" en la comarca campurriana fueron especialmente activas. El 5 de Enero de 1821 la partida del "Farolero", originaria de Herrera de Pisuerga, fue apresada en el Convento de Montes Claros, incluyendo a un fraile (2). Se tiene noticia de la actuación del grupo ese mismo año por Valderredible y Reinosa. Al año siguiente, en agosto de 1822, varias partidas de facciosos dirigidas por Francisco Barrio y "Santiaguillo de Cuyás" entraron en la Hermandad de Campoo, "saldándose con algunos robos, pero nunca representó un serio problema" pese a que las batidas de las autoridades locales y las milicias de defensa no pudieron disolverlas por completo. La banda de Barrio se internó en Valderredible (se cuentan sus andanzas por San Andrés de Valdelomar) procedente del norte de Burgos. Perseguidos por la milicia de Reinosa y de Santander fueron finalmente alcanzados el 25 de octubre en Respenda de Valdáliga; del total de "veintitrés que componían la partida solo ocho se libraron, inclusos dichos cavecillas".(3)<br><br /><br />El otoño observó el recrudecimiento de las ofensivas. Algunos movimientos respondían a estrategias militares: así, el 22 de noviembre, "cien infantes y treinta de caballería facciosos han bajado de los Aguayos al Ventorrillo de Pesquera y han tomado el Camino Real para Bárcena de Pie de Concha". Hemos de imaginar la atmósfera de violencia que todas estas acciones conllevaban. Dice Fernández Benítez que "todo parece indicarnos que las fuerzas realistas no pretendían la ocupación efectiva y permanente del territorio, sino hostigar a las fuerzas constitucionales" a la vez que logran un botín sustancial con métodos<br>expeditivos.(4)<br><br /><br />En este sentido, una de las acciones de mayor calibre tuvo lugar el 6 de Diciembre de 1822, cuando Reinosa fue atacada por sorpresa y saqueada por una partida de unos cuatrocientos hombres dirigidos entre otros cabecillas por el Cura Merino (Jerónimo Merino y Cob, desde su base de operaciones al norte de Castilla), Antolín Salazar e Ignacio Alonso (alias) Cuevillas, antiguo guerrillero de la Guerra de la Independencia que actuaba desde el valle de Mena.<br> <br /><br />La cuadrilla fue incrementándose por el camino con la incorporación de más hombres y la confiscación de caballos. Se adivina la diferenciación social entre los mandos y la tropa, alimentada por un campesinado descontento,"movilizado prioritariamente por el deterioro de sus condiciones de vida" con una "actitud de no sumarse al carlismo y enfrentarse al nuevo gobierno". Rastreando la documentación observamos que en principio se habla de ciento veinte hombres; en Renedo de Bricia se calculan ya trescientos. Uno de los que se añadieron sobre la marcha fue Fernando Luis, "pastor de ovejas residente en Villanueba La Nía", quién en el interrogatorio del juicio celebrado en Palencia menciona a dos compañeros más de Susilla, apellidados Bustamante y Peña Mantilla. Al final, en los sucesos de Reinosa había unos cuatrocientos. (5)<br> <br /><br />De estos "extraordinarios acontecimientos... durante la ocupación de los facciosos" los contemporáneos sintieron un grave "estado de consternación y abandono", aunque nosotros no guardemos apenas noticia de ello. La gruesa columna se internó por Quintanilla de Rucandio y Quintanilla de Bricia, según declararon sus Justicias, con la intención de "dar un golpe" en Reinosa. El alcalde interino de Reinosa, Manuel García del Barrio, cuenta como convocó al comandante de la Milicia Nacional, Josef María Barona Alpaneque "a pesar de que los facciosos se hallaban a cinco leguas de distancia (... para que...) se distribuyere en las casas mejores situadas para proporcionar una defensa, y en las cuales hacía ya tiempo que pecnoctaban los milicianos (...). El ayuntamiento levantó la sesión a la una de la tarde y apenas habían tenido tiempo sus individuos de llegar a sus casas cuando el vigía que constantemente se mantenía en la torre de la iglesia dio dos o tres gritos de alarma y bolteó la campana, abisando que por la parte de Matamorosa, pueblo que no dista un cuarto de legua, benía un fuerte grupo de caballería a todo escape por el camino Real; una nobedad tan inesperada introdujo la confusión en el pueblo, la cual se aumentó con el toque (...) de los tambores de la milicia, y se acabó de completar con la circunstancia de que cuatro o cinco de los de caballería Nacionales que repentinamente salieron en la dirección de Matamorosa (...) se encontraron con los facciosos que venían por el camino Real, y observaron que por las praderas de ambos costados de éste destacaron dos fuertes columnas de caballería para rodear la villa; la guerrilla de los facciosos se introdujo en el pueblo, persiguiendo a los Nacionales hasta el puente, dónde habiendo buelto cara el sargento de ellos D. Josef del Hoyo, bastó para contenerlos y salbó la vida de uno de los nacionales que al vadear el río cayó de su caballo, en el cual volvió a montar. En tan apurado estado me dirigí a la plaza de la Constitución, donde encontré al capitán retirado de infantería y teniente de la Milicia Nacional D. Inocencio de Obregón, el cual había tomado la acertada providencia de hacer entrar en una casa a todos los milicianos". Más adelante señala que ordenó a un sargento y doce hombres "armar la bayoneta, y con ellos se dirijió a practicar un arriesgado reconocimiento hacia la calle del Puente, tratando de entrar en ella por una de las callejas que miran al conbento de San Francisco (...). Al pasar por la plazuela de la iglesia parroquial, desde donde se descubre de frente la cabezera del puente, advirtió que un grupo de facciosos, como de cuarenta hombres, lo estaban pasando a galope y al berle, lebantaron los sables en alto, prorrumpiendo en los gritos y amenazas". El grupo de la milicia nacional se replegó y se hicieron fuertes en la plaza, donde soportaron el primer ataque de los facciosos, con un grupo con cuatro lanceros, y después otro de la infantería, aunque "hacían fuego infructuoso a nuestra casa fuerte. (...) Las bandas, enconadas con la impotencia de sus esfuerzos, recurren al medio rastrero y bajo de incendiar las casas". Insiste el texto que "recurrieron al ardid más bárbaro e inhumano que les sugirió su deprabación, éste fue, horroriza el decirlo, hacer salir a todas las familias, sin distinción de sexos ni edades, y a sablazos las encaminaron a la plaza, para que escudados en lo que más precioso podría ser a los milicianos pudiesen sin riesgo posesionarse de ello. (...) estas infelices víctimas, poniendo sus lastimosos ayes en el Cielo, se postraron delante de la casa que ocupábamos, y por todos los medios que les sujería la humanidad, procuraban inclinarlos a que mirásemos por sus vidas amenazadas por nosotros y por los imbasores". Como se ve, un asalto en toda regla. Planteado así el conflicto, los defensores liberales negociaron la rendición y capitularon. Los asaltantes recogieron como botín "armas, municiones, fornituras y bestuarios". En el balance de víctimas por parte de los reinosanos "no hubo más desgracia que un miliciano contuso y dos honrados vecinos y padres de familia asesinados por los vándalos entre los facciosos, "nueve muertos, incluso un comandante, durante la acción, y una gran porción de heridos, de los cuales murieron cuatro". En la retirada, hacia Medina de Pomar, en medio de "copiosa lluvia y nieve", se capturaron más de veinte prisioneros. (6)<br><br />Las acciones e incursiones continuaron durante la primera guerra Carlista. Algunos ejemplos: en 1836, una expedición cruzó el Ebro por los Riconchos; en noviembre de 1837, el cronista liberal Agüera Bustamante menciona que columnas carlistas dirigidas por Santiago Villalobos se hicieron con el control del camino de Reinosa y el del Escudo. Entre 1838-39 sólo se registraron actividades esporádicas de bandas en Reinosa y Enmedio. (7) <br><br /><br /> <br /><br />EL FENÓMENO DEL BANDOLERISMO.<br> <br /><br />Con el tiempo, la delincuencia rural llegó a convertirse en un problema endémico. La instalación del bandolerismo sería pues "producto de la miseria" que refleja las tensiones sociales existentes. Muestra la réplica extremadamente rebelde y heterodoxa de un sector campesinado acosado por la penuria (casi la mitad de la población subsistía como jornaleros del campo, es decir, sin tierra en propiedad), seriamente perjudicado por la desamortización, sujeto al reclutamiento militar o "quintas" (deber eludible mediante pago -solución solo apta para las clases pudientes- o emigración), entre otros males.<br> <br /><br />Esta situación se agravaría en las postguerras (de Independencia, carlistas). Se propició así la reconversión forzosa de antiguos guerrilleros en bandoleros como una de las salidas de algunos ex-combatientes, que al encontrarse a su regreso a la vida civil sin ingresos económicos, inadaptados a las nuevas circunstancias, se decantaron por el robo, el secuestro y el pillaje como forma de subsistencia.(8) <br><br /><br />Un análisis de estas bandas revela que "actuaban a la sombra de la guerra, que ofrecía una apreciable cobertura a sus delitos, a la vez que colaboraban en ocasiones con las fuerzas carlistas". Sus asaltos carecían de intención política: "no elegían a sus víctimas por sus ideas, por ser o no ser liberales, sino por ser simplemente propietarios, no importando, incluso, que éstos fueran elementos del estamento eclesiástico, personas que se encontraban entre sus víctimas favoritas".(9)<br> <br /><br />La frecuencia y tamaño de algunos ataques creó un sentimiento de desprotección e inseguridad en los pueblos, reflejo de la falta de un poder político firme, que a la larga no favoreció el afianzamiento de los liberales. <br /><br><br /> <br /><br />EPISODIOS DE BANDIDAJE EN CAMPOO. <br><br /><br />En diciembre de 1836 sabemos que "por el valle de Sedano y otros pueblos a tres o cuatro leguas de distancia de aquel bagaba una partida de facciosos compuesta por diez o doce, todos montados". Un capitán del batallón de carabineros de la Hacienda Pública, establecido en Reinosa desde el día dos, D. José Ruiz de Quevedo, salió "con cuarenta carabineros y los caballos de la compañía de cántabros". Logran coger un prisionero mientras el resto huye. Poco después es capturado uno de los bandidos más conocidos; de este modo lo cuenta El Argos: "El día cuatro a primera hora de la noche recibió el alcalde de esta villa parte confidencial de que el faccioso llamado Gregorión (que actuaba por la zona de Reinosa) se hallaba en un molino a tres leguas de aquí bastante satisfecho de su seguridad. Inmediatamente dispuso dicho alcalde con el celo y puro patriotismo que le distingue proporcionar por sí mismo y con la mayor reserva una partida de Nacionales para que saliesen a capturar a éste. Reunida ésta en número de 12, de acuerdo con el comandante de armas, salió bajo las órdenes de la guardia Nacional D. Críspulo Collantes; y después de haber andado toda la noche bajo una crudísima helada por mil charcos y lodazales, consiguió sorprender al referido Gregorión, que fue conducido el día cinco a la cárcel de esta villa. La captura de este bandido es muy interesante, pues además de los muchos escesos que ha cometido como aduanero, era uno de los espías que tenían aquí los apasionados del beato Rey (o sea, los carlistas). Dícese que será pasado por las armas luego que se le substancie la causa; yo no lo descreo, por que sólo se le ha encontrado la insubstancial cantidad de 21 cuartos, con los cuales no podrá ser muy empeñada su defensa...". Como se puede comprobar, resulta interesante no sólo el contenido sino también el tono de encendido elogio a los poderes públicos. Apunta la idea de las infiltraciones y doble juego del carlismo y el bandidaje, a la vez que nos proporciona la noticia del final legal (pena de muerte) de uno de estos bandoleros.(10) <br><br /><br />En 1837, se conocen las andanzas de Lorenzo a través de Valderredible. Años más tarde, el 9 de abril de 1841, otros ladrones asaltan Villaescusa de Solaloma. Según el periódico El Vigilante Cántabro: "como a las ocho de la noche sorprendió una gavilla de ladrones el pueblo de Villaescusa, distante tres cuartos de legua de esta villa; cogieron a la mayor parte de los vecinos en la Iglesia y los encerraron en la sacristía sacando al cura y a un particular llamado D. Enrique García del Barrio, a quienes robaron dinero, alhajas de plata y otras prendas después de haberles maltratado, particularmente al cura y a la esposa de D. Enrique, que se hallaba bastante enferma. Unos seis o siete fueron los que entraron en el pueblo y otros se quedaron en sus alrededores; nadie ha podido decir con certeza el número de ellos aunque la voz general es que son dieciocho, todos muy bien armados". Aprovecha la ocasión el cronista para denunciar el clima de inseguridad existente: "Hay general recelo de que estos atentados se repitan si no se toman otras disposiciones que las de emborronar papel con circulares, la mayor parte de ellas impracticables en su ejecución y despreciables porque llevan consigo el sello de inadvertencia como otras muchas disposiciones que tienen el mismo resultado." (11) <br><br /><br /> <br /><br />CONCLUSIONES. <br><br /><br />Desde 1820 y durante la primera guerra carlista, la posición geográfica de Campoo favoreció la existencia en nuestra comarca de frecuente trasiego y enfrentamientos entre los partidarios del liberalismo y sus opositores, en acciones dirigidas en las regiones limítrofes. El ayuntamiento de Reinosa permaneció fiel al régimen liberal instaurado; la Milicia Nacional y los Voluntarios defendieron el orden público frente a las "bandas de facciosos", entendido el término como cualquier oposición al poder liberal. <br><br /><br />Las guerras sirvieron para tapar y absorber desajustes socieconómicos, que en parte desembocaron en el posterior auge del bandolerismo. Éste era un comportamiento alternativo y marginal, al que optó un grupo deprimido (hombres solteros, campesinado pobre), sin que presentara implicaciones ideológicas. <br><br /><br />Las repetidas incursiones de estos malhechores denotaban el vacío de poder y falta de control efectivo del territorio. <br><br /><br /><br /><br /><br />BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES. <br><br /><br /> <br /><br />- BIBLIOTECA MENÉNDEZ PELAYO. FONDOS MODERNOS. (BMP.FM.) Manuscritos (Ms.) 394, 395. "Papeles varios referentes a sucesos ocurridos entre los facciosos y los milicianos nacionales de Santander y su provincia en los años 1822 y 23". Colección E. de la Pedraja. <br><br /><br />- FERNÁNDEZ BENÍTEZ, Vicente. "La primera guerra carlista en Cantabria", pp. 32-38, en Historia 16. nº 138. Madrid: Octubre, 1987 <br><br /><br />- FERNÁNDEZ BENÍTEZ, Vicente.(1988). Carlismo y rebeldía campesina. Torrelavega: Ayuntamiento; Madrid: Siglo XXI. <br><br /><br />- HERRERA ALONSO, Emilio. "Vida militar del lebaniego don Antonio Díez de Mogrovejo y Gómez, teniente general carlista", pp. 197-244. en Altamira, Vol. I. Santander: Institución Cultural de Cantabria, 1978. <br><br /><br />- "El Argos de Santander", Nº 20, 9 de Diciembre de 1836. <br><br /><br />- "El Vigilante Cántabro", Nº 18, 15 de Abril de 1841.<br> <br /><br /><br /><br /><br />NOTAS. <br><br /><br /> <br /><br />(1) FERNÁNDEZ BENÍTEZ, V.,(1988) pp. 1-2; Historia 16, pp. 38, citando a Hobsbawm.<br> <br /><br />(2) RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, A. (1979) en su libro Los Carabeos. Historia, economía y sociedad en un concejo rural de la merindad de Campoo apunta dos párrocos que fueron a la cárcel de Reinosa por carlistas. FERNÁNDEZ BENÍTEZ, V.,(1988) pp. 6. <br><br /><br />(3) BMP.FM.Ms. 394, pp. 35. Conservamos en la trascripción los errores ortográficos originales. El presbítero Francisco Barrio se había levantado en Burgos en el verano de 1820.<br> <br /><br />(4) BMP.FM.Ms. 395, pp.90. FERNÁNDEZ BENÍTEZ, V.,(1988) pp. 14. <br><br /><br />(5) BMP.FM.Ms. 395, pp. 92; Ms. 394, pp. 42. <br><br /><br />(6) BMP. Fondos Modernos, Ms. 394, p.36. Recogen documentos que detallan el asalto a Reinosa con gran detalle y un cierto aire épico. Constituyen una crónica de los hechos narrada por los defensores liberales para solicitar los correspondientes certificados en que conste su participación en los hechos. Es la tónica general de las fuentes, en su mayoría documentación oficial y legal. Una legua equivale a 5.572 m. <br><br /><br />(7) FERNÁNDEZ BENÍTEZ, V. (1988), pp.24, 51. <br><br /><br />(8) Conviven en diferentes zonas una mezcla de actividades delictivas que constituían un "modus vivendi", como el contrabando. FERNÁNDEZ BENÍTEZ, V. (1988), pp. 163. <br><br /><br />(9) Op. Cit., pp. 163. <br><br /><br />(10) El Argos de Santander. Nº 20, 9 de Diciembre de 1836. pp.3-4. <br><br /><br />(11) El Vigilante Cántabro. nº 18, 15 de Abril de 1841. pp.3-<br>Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-14905183.post-1161933146592887492006-10-26T23:55:00.000-07:002006-10-27T00:12:26.610-07:00En el centenario de la muerte de José María de Pereda:un hidalgo que escribíaTomado de la página de la Comunión Tradicionalista: http://www.carlismo.es <p><br><br />José María de Pereda, «un hidalgo que escribía libros», a decir de Menéndez Pelayo, era un carlista ortodoxo y militante. Nació el 6 de febrero de 1833 —el año en que comenzaría la Primera Guerra Carlista— en Polanco (La Montaña) en el seno de una familia tradicionalista y firmemente creyente. Los padres del escritor, Juan Francisco de Pereda y Bárbara Josefa Sánchez Porrúa eran naturales, respectivamente, de Polanco y de Comillas y se habían casado muy jóvenes; tuvieron una numerosa descendencia. Establecido el matrimonio en Polanco tuvieron que mantener mediante el trabajo en el campo y la ganadería a sus veintidós hijos, de los que llegaron a adultos solamente nueve. <br><br />El traslado a Santander con sus padres pone a Pereda en contacto con la ciudad y le presenta un panorama urbano y portuario completamente diferente al de sus primeras vivencias infantiles en Polanco. Tras los estudios de Primaria en la escuela del pueblo, la familia decide que estudie el bachillerato en el Instituto Cántabro de la calle Santa Clara, en el que realiza el ingreso en 1843 y cursa al año siguiente el primer año de Latinidad. Fue un estudiante mediano con calificaciones de Regular en el segundo y tercer año de Filosofía y Suspenso en el cuarto de 1847-1848. Fueron profesores suyos Bernabé Sainz, de Sintaxis latina, y Juan Echevarría, de Matemáticas.<br> <br />Cuando llegó el momento de elegir una carrera hubo grandes porfías entre la familia. Posiblemente por sugerencia de su hermano mayor, se decidió al fin por los estudios que le permitieran ingresar en la Academia de Artillería de Segovia. En el otoño de 1852 se trasladó con este propósito a Madrid, donde se hospedó con otros estudiantes montañeses en la calle del Prado número 2.<br><br />Durante el curso se preparó en el colegio de su paisano el arquitecto Antonio Ruiz de Salces, que después perteneció a la Academia de Bellas Artes de San Fernando. La verdad es que el ambiente de Madrid y la vida estudiantil de tertulia en el café de La Esmeralda, los bailes de Capellanes y la asistencia al teatro fueron para él una tentación insuperable, que le inclinó más por la vida social, el teatro y las fiestas, que por la del estudio. Así parece desprenderse de la carta que le escribe en 1853 a su primo Domingo Cuevas:<br> <br />Aquí cuando por fas, cuando por nefas, siempre hay alicientes que arrastran a uno en pos de la corte y que, al fin y a la postre, llega uno a mirarla con demasiado apego, y llegará día en que se sienta trocar por la pluviosa e insípida Montaña.<br> <br />No sabemos el resultado de aquellos estudios y ni siquiera si llegó a presentarse al examen de ingreso. Años más tarde, al referirse a esta etapa de u vida, diría que comenzó en Madrid <br />una carrera científica que no concluí por falta de vocación para ellos.<br> <br />Estando en Madrid fue testigo de la revolución de 1854 en la que estuvo a punto de perder la vida por el tiroteo originado en las calles, sucesos que relata con detalle en su novela Pedro Sánchez. Durante su estancia dedicó una buena parte del tiempo más a la lectura de novelas que a resolver problemas de matemáticas. Ya entonces escribe una obra de teatro, La fortuna en un sombrero (1854), comedia que quedó inédita, donde aparece el tema del idilio, el matrimonio de conveniencia y el caso de la joven sacrificada por el matrimonio para salvar la economía familiar.<br> <br />La llegada a Santander del joven Pereda no había sido nada afortunada, ya que venía con el fracaso en los estudios y en 1855 moría su madre. Esta desgracia familiar y el contraer la enfermedad del cólera le tuvieron postrado y con gran desánimo. A causa de ello, al año siguiente, se le presentó una neurastenia que obligó a la familia a enviarle a Andalucía donde permaneció una parte del año 1857.<br><br />Tras el fracaso en sus estudios, se le presenta el dilema de escoger una forma de vida por cuenta propia o entrar a formar parte en alguno de los negocios familiares o de amigos suyos. Pero lo que a él le gustaba en realidad era escribir, para lo que creía tener buena disposición. La oportunidad se le presentó al aparecer en Santander el diario La Abeja Montañesa, en la que se estrena con el artículo «La gramática del amor». Sus primeros escritos suelen ser anónimos, firmados por la inicial de su apellido o con el pseudónimo «Paredes». Por lo general, se trata de artículos de crítica teatral, sobre las comedias y zarzuelas que pasaban por el teatro de Santander, colaboraciones de carácter costumbrista o sobre la vida local. Aunque su valor literario era escaso, le sirvieron para reconocer los temas que luego empleará en sus libros y que evidencian la gran afición de Pereda por el teatro. En 1862 prologa, con el mencionado pseudónimo de «Paredes», el libro Ecos de la Montaña del poeta Calixto Fernández Camporredondo, lo que es indicativo de que gozaba ya de un prestigio como hombre de letras en el ambiente local de Santander. Al año siguiente, con el mismo pseudónimo, colaboró en el Almanaque Ilustrado de La Abeja Montañesa, en el que publicó el artículo «Júpiter. Su vida y milagros» y «El raquero». Algunos de los cuadros costumbristas publicados en la sección del folletín de La Abeja, pasaron luego a sus libros.<br><br />Dentro de esta etapa periodística coinciden sus tentativas en el campo teatral con obras cómico-líricas de carácter costumbrista: Tanto tienes, tanto vales (1861); Palos en seco (1861), Marchar con el siglo (1863), Mundo, amor y vanidad (1863). El escaso valor de estas obras primerizas hizo que sólo se dieran a conocer (salvo alguna que llegó a estrenarse) con el título de Ensayos dramáticos en una edición restringida, en 1869, con destino a sus amigos. Ya para entonces Pereda había logrado un prestigio literario a raíz de la publicación en 1864 de su primer libro, Escenas montañesas.<br><br />Prueba del prestigio que le otorgó su primera obra es que, sin dejar de escribir en la prensa santanderina, empieza a publicar en 1864 en el prestigioso periódico madrileño El Museo Universal y en 1866 colabora con otros autores en el libro Escenas de la vida, colección de cuentos y cuadros de costumbres, editado en Madrid por una sociedad de autores, entre los que figuraban Juan Eugenio Hartzenbusch, Antonio Trueba, Eduardo Bustillo, Ventura Ruiz…<br><br />A partir de este momento y en menos de cinco años José María de Pereda se consolida como escritor y su nombre empieza a sonar entre los autores en boga hasta al punto de recibir elogios públicos como escritor costumbrista. En su segundo libro, Tipos y paisajes el autor puso especial interés sobre todo en el relato titulado «Blasones y talegas».<br><br />En abril de 1869, a los veintiséis años, contrae matrimonio con Diodora de la Revilla, «una dama de agradable presencia, de mucha bondad y relevantes virtudes», según su biógrafo José Montero. Dos años más tarde, es introducido en política por amigos afines a sus ideas, que le animan a presentarse como candidato carlista a diputado por el distrito de Cabuérniga. El año anterior se había constituido la Junta provincial carlista, de la que era presidente su amigo Fernando Fernández de Velasco, vicepresidente su hermano Manuel Bernabé Pereda y el propio novelista era vocal.<br> <br />Salió elegido por escaso margen contando con un destacado apoyo del clero.<br><br />Su participación política en Madrid le sirvió para darse a conocer, ampliar sus amistades y para darle una experiencia en la mecánica electoral, conocimientos que vertió en su novela corta Los hombres de pro, incluida en su libro Bocetos al temple (1876). Al ser Pereda poco conocido en su distrito, tuvo que visitar a las personas influyentes que podían apoyar su candidatura. Con este motivo lo recibió Francisco de la Cuesta en la casona de Tudanca; pero también tuvo la ayuda del liberal José Antonio González de Linares. Al cesar sus actividades políticas en Madrid, deja de escribir. Él mismo lo cuenta así:<br><br />Vuelto a mi casa y más enamorado de la paz de mi hogar que de la política y que de la literatura tuve que consagrarme por entero a compartir con mi mujer los cuidados de los niños que a la sazón tenía. Cuatro o cinco años pasaron entonces sin que yo publicara ni escribiera cosa alguna.<br><br />El estímulo de sus amigos Marcelino Menéndez Pelayo y Gumersindo Laverde le lleva de nuevo al taller del escritor. Es entonces cuando se propone publicar una novela. En cierto modo, se podría decir que a partir de este momento comienza la segunda etapa literaria de Pereda.<br> <br />Era Pereda de mediana estatura, fornido y con un aspecto en general que recordaba más a un miembro de la alta burguesía que al de un antiguo hidalgo, aunque lo fuera por genealogía. El bigote, la perilla y los quevedos resaltaban su rostro de aspecto serio. Era de tez morena y con una cabeza dotada de pelo crespo y abundante. De joven había sentido Pereda afición por la caza y la equitación, ejercicios que no aparecen apenas en sus novelas. No fue bebedor habitual de alcohol ni de café, que perjudicaban su salud. En cambio, fue un buen fumador, como su amigo Pérez Galdós. Desde niño dio muestras de trastornos nerviosos que se fueron agravando con los años y cuyos síntomas describe en su novela Nubes de estío. Hombre ordenado, cuidó con atención su aspecto y vestimenta y, de igual modo, se rodeó de las mejores comodidades y adoptó enseguida cualquier innovación que le pareciera oportuna. En las tertulias ocupaba el puesto principal por su gracia y las agudezas que vertía en su amena conversación. Fue un buen polemista y un conversador ingenioso.<br><br />Cuando se trata de completar el carácter de Pereda nos encontramos ante un escritor que, tanto en el aspecto personal como en el literario, ofrecía a sus contemporáneos una imagen singular y muy diferenciadora; hasta el punto de que Menéndez Pelayo diría de él que «lo que había de característico en su estructura mental era incomunicable, y él mismo no hubiera podido definirlo». Su compañero Pérez Galdós, que le conocía bien, destacó «su personalidad vigorosa» y lo singular de su obra literaria, que le hacía diferente a los escritores de su tiempo.<br> <br />Para poder conocer el pensamiento de José María de Pereda y su carácter, resulta imprescindible tener en cuenta la influencia que ejercieron en él el ambiente familiar y el grupo de amigos. Perteneciente a una familia católica y tradicionalista, recibe desde niño el troquelado de sus padres, preferentemente de la madre, y se ve protegido en su juventud por la tutela de su hermano mayor Juan Agapito. Si bien es verdad que en su vida no hubo especiales datos curiosos, al no salirse de una monótona uniformidad, también es cierto que careció de contratiempos y adversidades económicas, a pesar de no tener un empleo fijo. Desde su juventud y a partir de su casamiento pudo y supo unir su afición literaria a una dedicación a los negocios. Aunque la literatura no le dio para vivir, fue después un complemento económico importante al ser uno de los escritores más leídos de la mal llamada Restauración.<br><br />Marcelino Menéndez Pelayo vio en Pereda al mejor representante contemporáneo de las letras de su tierra natal y no sólo le animó a escribir, sino que cuando hizo falta salió en defensa suya; realizó la crítica de su obra de una manera estimulante y, sobre todo, le aconsejó que no se apartara de los temas locales en los que sobresalía por ser el mejor pintor de aquel Santander de antaño a través de unos cuadros y tipos costumbristas que se hubieran perdido del recuerdo de las gentes. El erudito santanderino conoció previamente algunos de los escritos publicados por el escritor de Polanco, como ocurrió con la novela Pedro Sánchez.<br> <br />La muerte trágica de su hijo primogénito Juan Manuel, en 1893, supuso una ruptura en el normal desarrollo de la vida del novelista. A partir de ese momento se llenó su pensamiento de malos presagios y complejos de culpabilidad. La desgracia le pareció una prueba de Dios y le conturbó el hecho de que se suicidara, por lo que solicitó de los prelados de algunas diócesis le concedieran, tras su muerte, las indulgencias oportunas. Comenzó a leer el Libro de Job y sólo la resignación cristiana y su profunda religiosidad le permitieron salvar el estado de postración en que cayó. Se agravó su neurastenia y envejeció prematuramente. A duras penas y gracias a la ayuda de sus amigos y de la familia pudo concluir Peñas arriba, la novela que estaba escribiendo, en cuyo manuscrito existe una cruz trazada en la página 18 del capítulo XX que recuerda aquel triste suceso.<br><br />Ya después de esto fue muy difícil animarle a escribir y únicamente publicó su novela corta Pachín González, basada en un hecho real, la explosión del vapor «Cabo Machichaco», atracado en el puerto de Santander con un cargamento de dinamita, en noviembre de 1893. En los años posteriores y una vez nombrado Pereda académico dio prácticamente por terminada su obra literaria. En 1872 había sido nombrado correspondiente de la Real Academia Española y en febrero de 1897 leyó el discurso como miembro de número. El casamiento de su hija con Enrique Rivero, de Jerez de la Frontera, en junio de 1903 supuso para él un nuevo estímulo y una alegría familiar.<br><br />En la primavera de 1904 sufrió un ataque apoplético que le ocasionó una hemiplejía del lado izquierdo, que le impidió valerse solo con normalidad. Murió don José María de Pereda el 1 de marzo de 1906.<br><br /><br />Biografía tomada de MADARIAGA DE LA CAMPA, B., José María de Pereda y su tiempo, Ayuntamiento de Polanco, 2003; y artículos en Internet.<br>Unknownnoreply@blogger.com